Retrato de Adele Bloch
de Gustave klimt
Su rostro espiritual,
sereno,
insinúa una sonrisa
complaciente.
Su cuerpo delgado, elegante,
se funde en un
respaldo
de mosaicos y
piedras preciosas,
amarillo como un
panal de abejas
que bulle en el verano.
Sus manos frágiles,
ladeadas,
las lleva al pecho:
parecieran querer arrancar
un sufrimiento en
el corazón y el alma.
Tal vez
el amor le fue
esquivo.
Sus ojos arrogantes,
transigidos
miran al vacío.
Envueltos en oro y oleo.
5 comentarios:
Una mirada también serena la que haces a este cuadro, no menos enigmático que la Gioconda.
Te asomas al alma de la modelo... sin desvelar... sólo una pequeña ojeada a su misterio...
Hulna:
Mi dulcehulna,poetiza tenía que ser...cómo interpretas mis breves palabras, hasta me has emocionado.Gracias
Besitosssssss
soni
Sus manos frágiles, ladeadas,
las lleva al pecho:
parecieran querer arrancar
un sufrimiento en el corazón y el alma. Ay Soni, hablas de ella como si conocieras sus pensamientos, sus debilidades, detallas su imagen de una forma enigmágtica, involucrándonos incluso.
Un abrazo, Soni.
Un cuadro para un poema, un poema para un cuadro!
Feliz año, soni!
J'adore KLIMT...
Pierre
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