Nunca fue cierto, amor mío,
decirte que no te quería,
cuando alcé el vuelo
dejándote con tu llanto.
Quise buscar
estrellas en la tierra,
amores en los destierros,
llantos abandonados
en el azul del cielo.
Y todo eso, todo
¡yo lo encontré!
Golpeando mi alma
contra afilados vidrios,
dejando mis alas
pinchadas en el tiempo.
Ahora, me pesan las alas…
Nunca fue cierto, amor mío,
decirte que no te quería.