Me faltan, amor, tus mojados besos
reanimando el sabor de los míos,
tu lengua buscando el paladar, bríos
de animoso movimiento y excesos,
que explotan plenos, de dulces deseos.
Mi corazón es profundo poema
que seduce la razón en un lema.
Y las esencias, gozos de paseos,
de alegrías, de salvaje amor, ávidos,
van detrás de mi suspiro exhalado;
como si fuesen un ciclón convexo.
Me falta en mi piel, en mis labios grávidos,
vertiginosamente apasionados,
tu beso. ¡ Abre la puerta de mi sexo!