
Tu boquita
de melocotón
comenzó a manifestarse
tímida al sol.
Tu boquita
vidita de mi vida…
Hoy dijo; “bueli”
y mi alma cantó.
Al compás
de una flauta dulce
como tu sonrisa
gracia de Dios.
Fotografía de: Soni (mi nieto)
Las palabras son como varitas mágicas; si llegan a los lectores, se esparcen por todo el mundo. Ellas pueden tocar a quien sea, sin importar el estrato social ni el cultural, si eso ocurre las personas tocadas, por un momento se convierten en hadas. Soni