En tus ojos preeminente la mirada
de tu alma.
Luz tenue , a veces sombría,
pero fascinante...
En tus labios habla el silencio
y se esconde lo estrépitoso de tu ser
en un mar sempiterno de confusión.
Frágil, áspero, frío y cálido;
a veces noble;
a veces incierto,
pero muy pocas vacío.
Así es tu ser, tu existir,
tan lejos del mí.
Entonces te admiro sigilosamente,
me deleito observándote de lejos;
Y de vez en cuando hurtando un poco de tu tiempo.
Sabiendo que no robaré un trozo de tu corazón.
Imposible conocerte y entenderte;
pero, te comprendo,
no siempre, sólo un poco,
lo intento;
tantas veces sin lograrlo,
tantas veces con éxito,
y siempre me confundo...
Pero allí estas;
atolondrado, cerca,
lejos, imaginario,
quimérico. Pero siempre real.
No hay comentarios:
Publicar un comentario