Durante el renacimiento, le dedicó a su amante Cavalieri, más de trescientos sonetos y madrigales.
Abruptamente, se removió en su tumba y se le congeló la sonrisa, cuando su sobrino nieto, Miguel Ángel , publicó su poesía, sustituyendo el género de los pronombres masculinos.
2 comentarios:
Un micro muy evocador que tienes dos líneas: la del artista y la de la necesidad de poder publicar algo demasiado avanzado para su época.
Oscar Wilde dos siglos después tuvo que defender el amor platónico de sus versos (sin nombre) ante los jueces espoleados por Quensberry.
Manel Aljama:
Que lindo eres...muchas gracias por tu comentario e información.
besitos
Soni
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