Sin saber aún lo que cuesta el olvido
con esta audaz sonrisa menguada ,
me iré, sin aflicciones cabalgando,
en un delfín, en una grácil ola,
como una nereida.
Circunspecta
hacia
el
un
país
desconocido.
Trataré de olvidarme,
de los delirados besos,
de los abrazos invisibles,
que son como un rosario de nubes,
que sólo se dan, como el céfiro impoluto.
con esta audaz sonrisa menguada ,
me iré, sin aflicciones cabalgando,
en un delfín, en una grácil ola,
como una nereida.
Circunspecta
hacia
el
un
país
desconocido.
Trataré de olvidarme,
de los delirados besos,
de los abrazos invisibles,
que son como un rosario de nubes,
que sólo se dan, como el céfiro impoluto.
2 comentarios:
Triste despedida, pero bello poema, amiga Sonia.
Un beso.
Gregorio:
Gracias! pero no una despedida...es sólo una improvisación.
besitos
Sonia
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