5 dic 2007

NUESTROS TAOS

Un ritmo hundido en la arena.
Una playa, sudores que se mezclan
como una dulce y suave bebida.


Las ropas se pierden, inexorables
como los colores de un amanecer
al envolvernos mansamente
en nuestros oscuros argumentos.


Al horizonte naranja del crepúsculo,
se perfilan armonizados gemidos
como en un auditorio de música...


Y se canturrean los te quiero
en el tao de tu cuerpo y del mío...
Feneciendo en las bruñidas arenas
dispersas de entonados aromas.

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